Además de las informaciones que sobre esta vía proporcionan el “Itinerario de Antonino” y el “Anónimo de Ravenna”, contamos para su estudio con una inscripción conservada en el monasterio oscense de San Pedro de Siresa. La inscripción alude a la reparación de la vía por orden de Antonio Maximino en nombre del emperador de origen hispano Máximo. Este emperador había usurpado el cargo tras ser aclamado por sus tropas en Britannia. Fue él quien hizo ejecutar al líder religioso herético Prisciliano. Se hizo fuerte en la prefectura de las Galias, pero su mandato sólo duró desde el 383 al 388, año en que fue vencido por el emperador Teodosio. La inscripción de Siresa no sólo confirma el valor militar de esta ruta transpirenaica, sino que además alude a una “Nova Provincia Maxima”. Quizás se trate de un cambio fugaz en la denominación de la Tarraconense, de donde posiblemente provenía Máximo. La inscripción también pone de manifiesto el desgaste que había sufrido la vía, sometida a fuertes contrastes climatológicos.Pequeños caminos comunicaban las explotaciones agropecuarias con la calzada principal. La regularidad de las distancias entre los mismos podría relacionarse con los lugares en que se alzaban los hitos miliarios. Algunos de estos, sobre todo los más tardíos, además de referir las distancias entre las mansiones, aludían propagandísticamente a reparaciones que en realidad no se realizaron o que fueron de poca relevancia. Numerosos caminos menores comunicaron desde siempre a los habitantes de ambas vertientes del Pirineo, entre cuyas actividades económicas estuvo la explotación de los bosques. La puesta en funcionamiento por parte de los romanos de un gran eje viario ultrapirenaico exigió un despliegue paralelo en lo relativo al ordenamiento administrativo del territorio, así como una permanente vigilancia, de la que se encargaría el ejército.
Bibliografía:
- Magallón Botaya, María de los Ángeles; “La red viaria romana en Aragón”; Zaragoza; 1987.
